jueves, 2 de abril de 2009

Hang Drum:”Tribal novísima percusión”

A génesis de un desconocido vacío, la nada reinante abarcaba cada recóndito silencio de un nuevo geos en lo cuál progresivamente cada organismo ensamblaba dando a concepción nuevas vidas y aconteceres. Con el paso del tiempo cada ser y existir se fue complejizando en vías de su evolución y así comenzaron a convivir y atiborrar cada pedazo de nuestro mundo. Anfibios, reptiles, fungis, protistas, son solo algunos de la cuantiosa gama de especímenes que se fueron conformando, pero definitivamente ante impetuosa physis una forma de vida se alzaría ante las indómitas fauces de todo y todos. El ser humano.

En razón y menester de lo suyo con ayuda de su inteligencia y habilidades, el hombre implementó una serie de actividades las cuáles satisfacían sus necesidades. Con el paso del tiempo se fueron multiplicando y complejizando junto con su potencialidad e ingenio. Ya no bastaba con suplir la alimentación o un lugar en donde resguardarse, el humano requería de perenne a toda costa. Las conocidas señales de humo, gesticulaciones primitivas y kinésicas nacientes y así muchos otros sistemas fueron dándole un espacio a la expresión humana y cabe destacar una bastante trascendental dentro de todo, la expresión musical.

Netamente en la vida de este ántropo dispersado en el ambiente se comenzó a dar un ritmo, si, un ritmo, literal y cotidianamente, cada sonido a su alrededor comenzó a cobrar a sus sentidos un toque de curiosidad y magia la cuál hábilmente el hombre comenzó a potenciarla a través del orden y la creatividad. Desde la voz hasta sus mismos implementos de supervivencia diaria fueron transmisión de sus rítmicas y es con éstas quiénes comenzaron probablemente a crear lo que serían nuestros vestigios sonoros. La experimentación con distintos tipos de materiales y formas llevaron a los instrumentos musicales a constantes cambios que dieron por consecuencia una sofisticación de estos. Los podemos encontrar en clasificación de cuerdas, viento y percusión siendo este último un elemento crucial en el ritmo de cada composición musical.

Timbal, pandereta, palillos, triángulo, batería, gong, caja, xilófono, son solo algunos de los tantos instrumentos de percusión los cuales podemos ver presentes en una orquesta, banda musical o instrumentista todos jugando un rol importante en la rítmica sonórica y las marcaciones de tiempo. Dentro de la familia de instrumentos de percusión podremos encontrar dos divisiones las cuáles son de afinación definida y de afinación no definida. Las de afinación definida son las que producen notas identificables, es decir, cuya altura de sonido esta determinada. Entre ellas podemos encontrar al xilófono, el vibráfono, la campana, los tambores metálicos de Trinidad y Tobago, entre otros. Los de afinación no definida son aquellos que sus notas no son identificables, o sea, que producen notas de una altura no determinada. Claros ejemplos los podemos encontrar en el bombo, castañuelas, claves, trinquete, etcétera.

Entre los instrumentos de afinación determinada podemos encontrar a los tambores metálicos de Trinidad y Tobago o en inglés conocido como steelpan, steeldrums o pan. Su origen se encuentra en el país de Trinidad y Tobago ubicado al este de América Central y al norte de América del Sur. Estos tambores están confeccionados con acero de galones de expendio de petróleo.

En base a los tambores metálicos de Trinidad y Tobago o steelpan, se llevó a cabo la creación de un nuevo instrumento denominado “Hang Drum”. Este instrumento perteneciente a la familia de instrumentos de percusión dio sus primeras luces en Berna, Suecia en el año 2000 en manos de la compañía PANart por Felix Rohner y Sabina Schärer con la idea de trasladar el sonido del steeldrum a un instrumento portátil. Fue un arduo trabajo de 25 años bajo la investigación de materiales como el acero y la analización de ciertos instrumentos percusionistas. Podría decirse que en parte recibió influencia de otros instrumentos además del steelpan.



Éste se compone de dos partes de metal los que se denominan Ding y Gu. El lado Ding contiene 8 tonos musicales en forma de círculos que rodean a un círculo central mayor (el llamado Ding) y que tiene un sonido muy parecido al Gong. El otro lado, el lado Gu, tiene un agujero para la resonancia del sonido que se genera dentro.. Se toca usando las manos directamente, golpeándolas suavemente sobre los huecos del instrumento. Cada uno de estos huecos equivale a una nota musical, llegando a cubrir una escala entera.



En el año 2008 solamente se han producido alrededor de 5000 instrumentos, ya que solo los hacen sus dos creadores, y actualmente tan solo se fabrican unos 400 al año, siendo la lista de espera de más de un año para obtenerlo, esta joyita cuesta un valor alrededor de los 1500 dólares. Además únicamente se venden en la casa matriz en Berna (Suiza), por lo que al precio resultante hay que añadirle el coste de desplazamiento del comprador.

Para finalizar, a continuación unos videos con la implementación del Hang Drum:

Hang Drum TheArtOfFusion - Rafael Sotomayor- Inner Voice




Hang Drum Experimenting




Dante Bucci - Autumn-Mobile





Hang Jam




Hang Drum Beach Song

1 comentario:

  1. su forma es bastante similar a la de un OVNI, jeje y a decir verdad suena bastante bonito el instrumento, da una atmósfera pacífica y relajante, casi alucinante :D, felicitaciones por el artículo, muy íntegro! saludos y ojalá el blog se venga con más.

    Chao!

    ResponderEliminar